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Punto 294
Vida sobrenatural · Punto 294
No se veían las plantas cubiertas por la nieve. |
Comentario
Isabel Guerra, Alégrate, Él está conmigo. Detalle La temática «crecer para adentro» y «forzosa inactividad» aparece, bajo distintas perspectivas, en los escritos de San Josemaría durante su estancia en la Legación de Honduras en Madrid . He aquí una carta de abril del 37:
De una meditación de julio:
Escribió este otro texto de temática próxima en agosto de 1937:
La expresión «crecer para adentro» y las enseñanzas de este punto parecen, en efecto, emblemáticas de la situación histórica y del talante espiritual con que San Josemaría y sus acompañantes vivieron aquellos meses de encierro en la Legación de Honduras, en Madrid. Sin embargo, la octavilla no fue redactada, a mi parecer, durante su estancia en la Legación, sino en el periodo de Burgos. Tal vez el motivo inmediato de la «gaitica» fuera una carta de Álvaro del Portillo –escrita desde la Legación, donde permanecía– a Isidoro Zorzano; una carta que éste pudo haber hecho llegar a Burgos, como hacía con otras. En su carta, reforzado por una carta que había recibido de San Josemaría (al que denomina el abuelo, siguiendo la terminología convenida que les imponía la censura de guerra), del Portillo hablaba de un «relanzamiento» de la entrega:
Puede también pensarse que, como tantos otros puntos, San Josemaría saltara a la octavilla en la relectura final de sus guiones de predicación. En uno de esos guiones, de mayo de 1938, se lee:
El tema del labriego aparece en otro de agosto de ese mismo año:
Aquí está la raíz, podríamos decir, «histórica» de la temática «crecer para adentro». La anécdota del labriego no parece un recurso literario, sino –como es normal en todo el libro– una experiencia personal de San Josemaría o de alguna persona de su entorno [7]. El tema está ya apuntado en una Instrucción que escribe en 1934, donde, hablando del Opus Dei, naciente, dice:
En todo caso, estamos ante una vivencia suya siendo ya sacerdote, según predicaba en los Ejercicios Espirituales de 1940 a los seminaristas de Valencia al hablarles del misterio de la Encarnación del Verbo:
Vid el punto 697 y su comentario. [1] Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Valencia, Madrid 17-IV-1937; EF 370417-1. Los subrayados son míos. Con todo, el más antiguo testimonio sobre el tema es el que hemos transcrito en el comentario al punto 89. [2] Predicación de San Josemaría en la Legación de Honduras en Madrid, «Fiel en lo poco», 6-VII-1937, pg 189; XXX. Los subrayados son míos. [3] Predicación de San Josemaría en la Legación de Hondura en Madrid, «Fiat, adimpleatur», 24-VIII-1937, pg 247; XL. El tema se quedó grabado en la mente de los que quedaron en la Legación después de la salida de San Josemaría, como se ve en la carta de Álvaro del Portillo a Zorzano.. [4] Carta de Álvaro del Portillo a Isidoro Zorzano, Madrid sin fecha, pero 6-III-1938; AGP, sec B-1, leg 1, C-380206. Muy bien pudo esta carta llevar a San Josemaría a estampar de un plumazo el texto de la octavilla, pensando en los que seguían refugiados en la Legación de Honduras, como Álvaro del Portillo. [5] Plática a las teresianas, Zaragoza 13-V-1938; AGP, sec A, leg 50-13, carp 2, exp 8. [6] Ejercicios Espirituales, Meditación «La Encarnación del Señor», Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 90. [7] Tal vez la anécdota del campesino fue vivida por alguno de sus profesores. Eran numerosas, por ejemplo, las experiencias que recordaba y contaba del que fue su Profesor de Derecho Canónico en el Seminario de Zaragoza, don Elías Ger Puyuelo y de don Antonio Moreno, Vicerrector del Seminario de Sacerdotes de San Carlos (Álvaro del Portillo, Entrevista, pg 175). [8] Instrucción, 19-III-1934, nº 2. [9] Ejercicios Espirituales, Meditación 2.4ª, Valencia 2-XI-1940; notas tomadas por Vicente Moreno, sacerdote; AGP, sec A, leg 100-38, carp 1, exp 18. Sobre este documento, vid nota en el comentario al punto 704. |