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Capítulo
Punto 306
Más de vida interior · Punto 306

 Que la vida del hombre sobre la tierra es milicia, lo dijo Job
hace muchos siglos.


—Todavía hay comodones que no se han enterado.
 

Comentario

La vida del hombre sobre la tierra es milicia...
Mi hija Cristina 

San Josemaría escribió este punto en Burgos, en el periodo final de la redacción de Camino, posiblemente a partir de este apunte que había escrito en el guión de una meditación:

«Militia est vita hominis super terram... La sala de batallas del Escorial» [1].

Desde Job, pasando por la palabra de Jesús y todo el Nuevo Testamento, la doctrina que se recoge en este punto de C ha marcado con mayor o menor intensidad todas las épocas de la Iglesia. «No penséis –escribe San Juan Crisóstomo– que el combate al que se os llama es de poca importancia y que la causa que se os encomienda es exigua: Vosotros sois la sal de la tierra» [2].

Erasmo (1467-1536), el humanista de Rotterdam, hizo del tema la clave de su célebre Enchiridion, cuyo capitulo I comienza así:

«Lo primero que has de traer a la memoria una vez y otra es que toda la vida de los mortales no es más que una milicia, como lo afirma el muy ejercitado en ella y nunca vencido caballero Job (7, 1)» [3].

San Ignacio de Loyola, como es bien sabido, lo acentuó de manera muy peculiar en la época moderna. Es una irrenunciable dimensión de la vida cristiana, que se expresa de manera especialmente vigorosa en los escritos de San Pablo. El «paulinismo» de la «lucha» contra los «enemigos del alma» para llegar a la santidad tiene numerosas manifestaciones a lo largo del libro [4].



[1] Ejercicios Espirituales, Meditación «Dos banderas. Genio militar de San Ignacio», Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 83

. La «Sala de las Batallas», así llamada porque en ella se representan pintadas al fresco las más famosas batallas ganadas por los ejércitos castellanos y españoles en diferentes épocas, es un hermoso salón de estilo Renacimiento que da acceso al llamado «palacio del siglo XVI», donde están las habitaciones de Felipe II. Vid Matilde LOPez Serrano, El Escorial, 13ª ed, Patrimonio Nacional, Madrid 1983, pgs 155-156.

[2] San Juan Crisostomo, Homilía 15, 6; BAC 141, 1955, pg 288.

[3] Erasmo, Enchiridion, BAC minor 79, 1995, pg 55. El cap I se titula: «Vigilandum esse in vita» (hay que estar siempre en vela en esta vida). Sobre la lectura del Enchiridion por Ignacio de Loyola vid Ricardo Garcia-Villoslada, Loyola y Erasmo: dos almas, dos épocas, Taurus, Madrid 1965.

[4] Aspecto muy bien señalado en Camino/The Way, punto 306 nt 12.