Este punto es posterior a las ediciones a ciclostil y San Josemaría lo incluyó directamente en el impreso de Cuenca. Se encuentra en el Cuaderno VII, nº 1129, 3-II-1934:

«Estoy haciendo pedir a los demás, y quizá —sin quizá— no hago yo la oración que tú me pides: desde ahora, sí, la haré. Señor: tiene gracia: es para ti, y te lo hemos de pedir... ¿te harás el sordo? ¿Va a ser la oración impotente, siendo omnipotente?... Siento en mí una fe gigante (así se lo he dicho hoy al P. Sánchez): tú me das la fe, tú me darás los hechos».

El tenor del texto en el Cuaderno manifiesta de nuevo la batalla de la fe que vivía San Josemaría.

El contexto más inmediato de este punto es la claridad con la que veía en su alma que debía poner cuanto antes una Residencia de Estudiantes, a pesar de que sufría en aquellos momentos la carencia más absoluta de medios materiales.

Aquella mañana de sábado había visitado según su costumbre a su confesor, al que había abierto el estado de su alma. Vid punto 193 y el comentario al punto 487.