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Capítulo
Punto 679
Otras virtudes · Punto 679

 La gula es un vicio feo. —¿No te da
un poquito de risa
y otro poquito de asco ver a esos señores graves, sentados alrededor de la mesa, serios,
con aire de rito, metiendo grasas
en el tubo digestivo, como si aquello fuera «un fin»?

Comentario

Es el primero de cuatro puntos (679-682) de Camino que San Josemaría dedica a la templanza en las comidas, como dignidad humana y como mortificación [1].

Francisco Botella nos ha dejado un dato muy concreto del origen de este punto. A partir del 13 de diciembre de 1938, cuando San Josemaría y Francisco Botella, se hospedaron en una modesta pensión burgalesa de la calle Concepción 9, comían de vez en cuando en un lugar llamado «Venancia».

Un día, mientras almorzaban, les llamó la atención la manera poco delicada de comer (macarrones, en concreto), que tenían los señores que estaban sentados en la mesa de al lado.

Al día siguiente, San Josemaría le enseñó a Botella el texto que había escrito, preguntándole: ¿qué te parece? [2].

La anécdota –precisaba Botella tiempo después- tuvo lugar el único día en que cenó a solas con San Josemaría en «Venancia». Escribía Botella el 15 de enero de 1938, domingo: «Permanecemos todo el tiempo en casa: escribiendo el Padre las últimas consideraciones, y llenando unas cuartillas yo, para los nuestros que no anunciaron próximo permiso. Cenamos juntos en Venancia» [3].

A partir de estos datos, se concluye que San Josemaría escribió este punto posiblemente el lunes 16 de enero.



[1] El «clima» de estos cuatro puntos es similar al temple cristiano que propone Clemente de Alejandria en los cap 1-4 de la Parte II de El Pedagogo; Fuentes patrísticas 5, Madrid 1994, pgs 279-366. Digno de leerse hoy.

[2] Vid Francisco Botella, Relatos testimoniales, Madrid 1975-78, cap V, pg 60.

[3] Diario de Burgos, 15-I-1939; Francisco Botella.