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Capítulo
Punto 687
Tribulaciones · Punto 687

 Jesús: por dondequiera que has pasado
no quedó un corazón indiferente.

—O se te ama o se te odia.

Cuando
un varón-apóstol
te sigue,
cumpliendo su deber, ¿podrá extrañarme —¡si es otro Cristo!— que levante parecidos murmullos
de aversión
o de afecto?

Comentario

Texto escrito por San Josemaría sobre una octavilla con dorso en blanco, que pertenece probablemente a la serie que redactó durante su estancia en la Legación de Honduras en Madrid, en la que estuvo refugiado durante la guerra civil.

No hay interrelación documental conocida.

Me parece interesante señalar la secuencia que San Josemaría construye meses después, durante su estancia en en Burgos, de los puntos 687-690 como una unidad temática.

San Josemaría describe en estos puntos 687-690 la paradójica situación de estas «tribulaciones» que provienen del mundo exterior. Por una parte –viene a decir–, es una experiencia histórica de la existencia cristiana, que ha sido continuamente glosada en la tradición teológica y espiritual, que la coherencia en la fe o la predicación del Evangelio provoque rechazo (o afecto) en los demás.

San Josemaría exhorta al lector a que ese cúmulo de críticas no le «extrañe» (punto 687), ni le «afecte» en su caminar (punto 688).

Por otra parte, subraya que hay que perdonar con toda el alma a los que critican y, a la vez, hay que pedir perdón por las propias insuficiencias, y por la limitada capacidad personal de transparentar con nuestra vida y nuestras palabras el mensaje de Cristo.

Invita a pensar: ¿qué es esto para lo que yo –yo personalmente, no el mensaje, ni la doctrina– merezco? (punto 690).

Es interesante hacer notar que emplea la expresión «otro Cristo» para designar no sólo al sacerdote (vid punto 66 y 67), sino a todo aquel que se decide a seguir a Cristo [1].



[1] Remitimos a J. L. Illanes, «El cristiano ‘alter Christus – ipse Christus’...», 1994, pgs 605-622; y A. Aranda, ‘El bullir de la sangre de Cristo’, 2000, pgs 203-254.