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Capítulo
Punto 85
Oración · Punto 85

Despacio. —Mira
qué dices, quién lo dice y a quién.
—Porque ese hablar
de prisa, sin lugar para la consideración,
es ruido,
golpeteo de latas.
Y te diré
con Santa Teresa,
que no lo llamo oración, aunque mucho menees los labios.
 

Comentario

Bernini: Extasis de Santa Teresa

Es uno de los pocos puntos escritos por San Josemaría de los que conservamos el apunte hecho sobre la marcha en la «cuartilla», que en este caso no es propiamente tal, sino un pequeño cuadernillo que contiene apuntes de julio-octubre de 1938. Allí se lee, sin fecha, pero en agosto:

«oración vocal de prisa = ruido, golpeteo de latas» [1].

En el guión de Vitoria citado en el comentario al punto 84, del que proceden varios textos de este capítulo, como tendremos ocasión de ver, San Josemaría escribió:

«Vocal y mental –¿como sonidos, ruidos de lata vieja? –Digne, attente, devote, ordinate, reverenter» [2].

El punto es todo él, en efecto, de matriz teresiana:

«Porque a cuanto yo puedo entender, la puerta para entrar en este castillo es la oración y consideración; no digo más mental que vocal, que como sea oración ha de ser con consideración. Porque la que no advierte con quién habla y lo que le pide y quién es quien pide y a quién, no la llamo yo oración, aunque mucho menee los labrios [sic]» [3].

Ya antes Santa Catalina de Siena (es el Señor el que habla):



Tumba de Santa Catalina en Roma

«Debe, pues, ejercitarse en la oración vocal. Pero no debe practicarla sin la mental. Es decir, al mismo tiempo que ora con sus labios, procure elevar y dirigir su espíritu hacia mi amor» [4].



[1] Cuadernillo-agenda 2º de Burgos, hoja suelta nº 2. El mismo esquema del punto de Camino se encuentra en el reverso del sobre en el que guardaba los esquemas de predicación de los Ejercicios Espirituales de Vergara a sacerdotes, que se encuentra en AGP, sec A, leg 50-13, carp 1, exp 2.

[2] San Josemaría se sirve aquí de las palabras que tradicionalmente introducen a la recitación del Breviario: «... intellectum illumina, affectum inflamma, ut digne, attente, ac devote hoc officium recitare valeam et exaudiri merear ante conspectu divinae Maiestatis tuae».

[3] Moradas primeras, 1, 7; BAC 212, 8ª ed, 1986, pg 474. El tema es recurrente en Teresa. Vid Camino de Perfección 37, 1:

«Pues nunca, Señor, Vos queráis sea bueno que quien os alabare y quien fuere a habla con Vos, sea sólo con la boca» (ibidem, pg 329). Vid Camino de Perfección 41, 3:

«Ahora entenderéis la diferencia que hay de ella [la contemplación] a la oración mental, que es lo que queda dicho: pensar y entender qué hablamos y con quién hablamos, y quién somos los que osamos hablar con tan gran Señor» (ibidem, pg 339). La cursiva es mía.

[4] El diálogo, cap 66; BAC 143, 1955, pg 306).