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Capítulo
Punto 87
Oración · Punto 87

«No sólo de pan
vive el hombre,
sino de toda palabra que procede de la boca de Dios», dijo el Señor. —¡Pan y palabra!: Hostia y oración.
Si no, no vivirás
vida sobrenatural.
 

Comentario

Texto redactado por San Josemaría en el segundo semestre de 1938, a la vez que el p/107 (octavillas idénticas, con la misma rotura en una esquina) y ambos puntos, lo mismo que el p/85, redactados a partir del guión de predicación nº 102:

«Non in solo pane vivit homo, sed in omni verbo quod procedit de ore Dei (Matth IV, 4). –Pan y palabra» [1].

Dos textos de la predicación en la Legación de Honduras, donde estuvo refugiado San Josemaría durante parte de la guerra civil española, tienen ya la formulación de este punto 87:

San Josemaría, en el tiempo que estuvo refugiado
en la Legación de Honduras

«Hay personas que rezan sin darse cuenta de lo que dicen, que recitan el Rosario y quizá comulgan todos los días, pero lo repiten rutinariamente, con poca piedad. No se dan cuenta de que los sacramentos no son un fin en sí mismos: son medios para unirse más y más a Dios. No sólo de pan vive el hombre, sino que es necesaria también la palabra, la oración, cuajada con las debidas condiciones» [2].

«Nosotros lo rozamos [3] cada día en nuestros tiempos de meditación, que son un verdadero contacto con Nuestro Señor y, de modo aún más íntimo, también cada día, en la Sagrada Eucaristía. Pero tened en cuenta que hay quien se llena la boca, diciendo de una persona: «es de Comunión diaria». ¿Y qué? ¡Hay, por desgracia, personas que comulgan frecuentemente y no luchan contra sus muchos defectos!

La Sagrada Comunión es un medio principalísimo para alcanzar la santificación. Debemos esforzarnos en ser santos y fieles; pero eso se consigue solamente con el amor, nacido del contacto con Jesús, no sólo en la Eucaristía, sino también en la oración: en el Pan y en la Palabra» [4].

Poco después de acabar Camino, San Josemaría escribía a una joven que se dirigía espiritualmente con él:

«Dime cómo va esa oración: persevera, aunque cueste y te parezca que no haces nada: verás cuánta fuerza sacas para lo sucesivo. Piensa que nuestra vida entera es una pelea, y no tenemos más arma que ésa de tratar a Dios en la Palabra y en el Pan» [5].

Vid sobre el tema «Pan y palabra» infra p/105.



[1] Ejercicios Espirituales, Plática «Espíritu de oración», Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 102. San Josemaría no sigue, como otras veces, a Petisco-Torres Amat, sino que traduce directamente.

[2] Predicacion en la Legacion de Honduras en Madrid, «La Comunión de los Santos», 8-IV-1937, pg 33; III.

[3] La palabra, en cursiva en el original, alude a una anécdota que San Josemaria acababa de relatar en su meditación:

«Y aquí, una digresión: un Obispo muy santo, amigo mío, en una de sus incesantes visitas a las catequesis de su diócesis, preguntaba a los niños por qué, para querer a Jesucristo, hay que recibirlo a menudo en la Comunión. Nadie acertaba a responder. Al fin, un gitanillo tiznado y lleno de mugre, contestó: «¡Porque pa quererlo, hay que rosarlo!».

Beato Manuel González

 

El Prelado era el Beato Manuel González, que fue Obispo de Málaga y desde 1935 lo era de Palencia. Está relatada por el propio Obispo en un número de la revista popular «El Granito de Arena» (5-V-1928), que él editaba, y que el Autor de Camino recortó y guardaba entre sus papeles.

Se conserva en AGP, sec A, leg 50-06, carp 4, exp 5. Vid sobre este santo Obispo los comentarios a los puntps 531 y 554.

[4] Predicacion en la Legación de Honduras, «Zaqueo», 12-IV-1937, pg 50; VI.

[5] Carta de San Josemaría Escrivá a Amparo Rodríguez Casado, Burgos 21-III-1939; EF 390321-1.