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Capítulo
Punto 850
Táctica · Punto 850

 ¡Qué conversaciones! ¡Qué bajeza y qué... asco! —Y has de convivir con ellos,
en la oficina,
en la universidad,
en el quirófano...,
en el mundo.
Si pides por favor
que callen, se te burlan.
—Si haces mala cara, insisten. —Si te vas, continúan.
La solución es ésta: primero, encomendarles a Dios
y reparar; después..., dar la cara varonilmente
y emplear
«el apostolado
de la mala lengua». —Cuando te vea
ya te diré al oído
un repertorio.
 

Comentario

«El apostolado de la mala lengua» debía ser expresión usual en San Josemaría, bien conocida por aquella juventud que le rodeaba. Se refería a una manera de lenguaje fuerte y descarnado, sin remilgos.

De esto sí hay documentos. Por ej, este texto:

«Como de costumbre haré una nota de la conversación que tuve con el Sr. Vicario General de Madrid, en nuestra entrevista, de 10 de febrero, en Salamanca […] Nada más un recordatorio de temas: […] 9. Le conté detalles anecdóticos de nuestra labor… y gozó con el 'apostolado de la mala lengua' […] Josemaría. Burgos 14-II-938» [1].

O este otro del «Diario» que Jiménez Vargas llevaba en Madrid durante la guerra civil:

«23 de enero de 1937. Vino a mi casa el vasco del otro día y me trae un salvoconducto de los nacionalistas para el Padre. Milagros del apostolado de la mala lengua» [2].



[1] AGP, sec J, leg 16, carp 4, exp 1.

[2] AGP, sec A, leg 2, carp 1, exp 4. Copio del Diario de Juan Jiménez Vargas, ibidem, el hecho a que se refiere, cuando buscaban, durante la guerra civil, un medio para salir de Madrid:

«Esta tarde vi a uno de San Rafael en la calle Goya, me tiré precipitadamente del tranvía, porque éste podría darnos alguna solución. Tiene mucha influencia en la embajada del Perú, pero no se atreve a hablar del Padre... ¡por si luego le hace falta ir a él! (...). En vista de eso me olvidé del «suaviter in modo»..., y le convencí un poco, con frases muy de Porlier [la cárcel en la que Jiménez Vargas había estado prisionero pocos meses antes]. Por lo menos intentará un salvoconducto de los nacionalistas [vascos] y vendrá a mi casa a decirme lo que hay... ¡¡pasado mañana!!».