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Capítulo
Punto 930
El apóstol · Punto 930

 Alma de apóstol: primero, tú.
—Ha dicho el Señor, por San Mateo: «Muchos me dirán
en el día del juicio:
¡Señor, Señor!, ¿pues no hemos profetizado en tu nombre y lanzado en tu nombre
los demonios y hecho muchos milagros? Entonces
yo les protestaré:
jamás os he conocido por míos;
apartaos de mí, operarios de la maldad».
No suceda —dice San Pablo— que habiendo predicado a los otros, yo vaya a ser reprobado.
 

Comentario

Texto escrito por San Josemaría sobre una octavilla blanca, con tinta negra y una pluma deficiente. La frase de entrada («Alma de apóstol: primero, tú»), como la redacción anterior tachada son de letra posterior, posiblemente agregadas en el acoplamiento definitivo de la «gaitica» en la secuencia del libro. No conozco interrelación documental. de este punto con otros.

Hay, sí, una similitud temática con los puntos 108 y 961. En este sentido, conviene leer el comentario al punto 81. Pero en este punto 930 San Josemaría no piensa directamente en la vida interior del apóstol como una fuente de la eficacia en la acción, sino como una necesidad para su salvación personal.