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Capítulo
Punto 140
Santa Pureza · Punto 140

 No te preocupes,
pase lo que pase, mientras no consientas. —Porque sólo la voluntad puede abrir
la puerta del corazón
e introducir en él
esas execraciones.

Comentario

Aquí el guión ofrece un texto más largo y prolijo, que San Josemaría sintetiza al redactar el punto para ir directo a la cabeza y al corazón:

«Tentación. ¿Veis la luna de un espejo? Allí se representa ingenuamente lo que está delante. Pero esto no está en el espejo. Así acaece en nuestro corazón. Es un espejo, donde el diablo puede representar, con sus artificios, todo cuanto hay de más asqueroso, infame y abominable en el infierno; pero la voluntad es la única que puede abrir la puerta e introducir en él tales execraciones» [1].

San Josemaría hablaba, una vez más, desde su propia experiencia [2], que es la experiencia de los santos [3].



[1] Ejercicios Espirituales, Plática «Santa Pureza», Vitoria VIII-1938; guión nº 126.

[2] Vid en el comentario al punto 302 la nota tomada en su Retiro espiritual de 1935.

[3] Es conocido el episodio de la vida de Santa Catalina de Siena, en el que la Santa, de una baraúnda de tentaciones contra la santa pureza es consolada por el Señor que le explica cómo, en medio de la tentación, Él estaba en el centro de su alma: «Yo estaba en tu mismo corazón»

(Cfr Raimondo da Capua, S. Caterina da Siena Legenda maior, cap 11, 109-110; Cantagalli, Giuseppe Tinagli (ed.), 5ª ed, Siena 1994, pgs 122-123; vid El diálogo, cap 43; BAC 143, 1955, pg 265).