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Capítulo
Punto 166
Corazón · Punto 166

 Me escribes: «Padre, tengo... dolor de muelas en el corazón».
—No lo tomo
a chacota,
porque entiendo
que te hace falta
un buen dentista
que te haga
unas extracciones.
¡Si te dejaras!...
 

Comentario

Texto escrito por San Josemaría en una octavilla en el periodo final de redacción de Camino en Burgos. No he encontrado en los legajos del Archivo General de la Prelatura la carta a la que alude San Josemaría , pero debía ser anterior a los Ejercicios Espirituales en Vergara, ya que en la apertura de esos Ejercicios utilizó la expresión:

«Dolor de muelas en el corazón (!)» [1].

La sorprendente expresión es del escritor y poeta alemán Heinrick Heine (1797-1856) en sus Reisebilder de 1826 [2]. Pero quien la divulgó en España fue Ortega y Gasset, que la cita con frecuencia en sus escritos ya desde un artículo publicado en El Imparcial, 1910 [3].

Por eso lo más probable es que el autor de la carta tomara la expresión no de Heine sino de Ortega, que la cita también, al menos, en otras dos ocasiones anteriores a Camino: en su comentario a Un pueblecito: Riofrío de Ávila, de Azorín [4] y, sobre todo, en el célebre curso de 1929 ¿Qué es filosofía? [5].

Ya dije que no se conserva la carta a la que responde San Josemaría Escrivá en este punto 166, por lo que no conocemos en qué sentido emplea la expresión su interlocutor y qué es lo que está queriendo decir al Autor de Camino. Pero todo da a entender que es en el sentido orteguiano. Aquel joven está hablando a San Josemaría de que se encuentra mal en su vida de cristiano, pero que no sabe lo que le pasa y emplea la expresión paradójica de Heine: ¡dolor de muelas en el corazón!

San Josemaría, que evidentemente conoce bien a su corresponsal, da la vuelta al sentido de Heine y de Ortega. Sí, es el corazón el que está enfermo y hacen falta unas «extracciones»...



[1] Eercicios Espirituales, «Plática preparatoria», Vergara 4-IX-1938; guión nº 97.

[2] «Madame, Sie wissen gewiß ein Mittel gegen Zahnweh? Ich aber hatte Zahnweh im Herzen» (Heinrich Heine, Reisebilder II – Ideen. Das Buch Le Grand, 1826, cap XX; Werke, II, Insel Verlag, Frankfurt am Main 1994, pg 235).

[3]Ortega y Gasset:

«Tengamos una sublime lealtad: declaremos que no podemos señalar con exactitud el lugar de nuestro mal, y que, como decía Heine, nos quejamos de dolor de muelas en el corazón. En esta tierra, donde sinceramente somos cada uno enemigo de los demás, nadie encuentra su enemigo particular»

(«Sencillas reflexiones», en El Imparcial, 22-VIII-1910; José Ortega y Gasset, Obras completas, X, Alianza Editorial/Revista de Occidente, Madrid 1983, pg 163).

[4] Azorín:

«Como nos han predicado tanto que debe preocuparnos más que nada el Progreso, la Humanidad y la Democracia, hemos llegado a creer de buena fe que, en efecto, son tales esquemáticos objetos lo que más nos importa sobre la Tierra. Pero esto es una ilusión que respecto a nosotros mismos padecemos. Como Heine escribía, 'no sabemos a menudo qué es lo que nos duele. Nos quejamos de un lado y es el otro el que sufre. ‘¡Señora, yo tengo dolor de muelas en el corazón!’ Así es frecuente que ululemos por la Democracia cuando, en verdad, sentimos una ambición insatisfecha o una pena de amor»

(«Azorín: Primores de lo vulgar», en El Espectador, junio de 1916; Obras completas, II, pg 160).

[5] Ortega y Gasset:

«Si a mí me parece que me duelen las muelas es incuestionable que el hecho llamado 'dolor de muelas' existe en el Universo, porque basta que exista absolutamente, que exista para sí, que se parezca a sí mismo existir. Que haya o no muelas en el Universo es ya cuestionable; por eso el poeta Heine hacía notar a una dama que a veces nos quejamos confundiendo el origen de nuestros males, aunque estos mismos sean certísimos: 'Señora, le digo a usted que tengo dolor de muelas en el corazón'» (Obras completas, VII, 368s).

— Agradezco al Dr. Eduardo Peláez, estudioso de García Morente, el haberme hecho notar este pasaje de Ortega en relación con punto 166.