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Capítulo
Punto 671
Otras virtudes · Punto 671

 Jesús... callado. —«Jesus autem tacebat».
—¿Por qué hablas tú, para consolarte
o para sincerarte?
Calla. —Busca la alegría en los desprecios: siempre te harán menos
de los que mereces.
—Puedes tú, acaso, preguntar: «Quid enim mali feci?»—¿qué mal he hecho?
 

Comentario

Punto procedente de una anotación escrita en los Ejercicios Espirituales que hizo San Josemaría del 19 al 28-VI-1933. El día 27 (Apuntes íntimos, nº 1721) anotó:

«Jesús... callado. Iesus autem tacebat. ¿Por qué hablo yo, contando mis penas? Callaré. Buscaré la alegría en los desprecios: siempre me harán menos de los que merezco. Puedo yo acaso preguntar: Quid enim mali feci?».

Es interesante notar cómo San Josemaría en su retiro espiritual escribe su meditación bíblica articulando las palabras de la Vulgata al compás de su pensamiento: la primera es de San Marcos, donde introduce el sujeto de manera explícita: Jesús.

En la segunda es él mismo quien habla en primera persona, dando la vuelta a las palabras de Pilatos acerca de Jesús: «quid enim mali fecit?» (Mt 27, 23) [1].

En 1932, en su intensa lectura del Decenario al Espíritu Santo de Francisca Javiera del Valle,San Josemaría acotó el siguiente párrafo:

«Y nos enseña [el Espíritu Santo] a que cuando con falso celo nos veamos perseguidos, acusados y reprendidos, guardemos riguroso silencio y les abramos nuestro corazón lleno de amor y cariño siempre que ellos nos busquen, sin darles la menor muestra de resentimiento» [2].

Al margen escribió la vivencia de Cristo que la lectura le había suscitado:

«Jesús callado!...» [3].

Es ése el fundamento del «silencio ante la acusación injusta» (vid punto 173 de Camino).



[1] La cursiva es del original. Una frase similar en boca de Jesús transmite San Juan: «Quis ex vobis arguit me de peccato?» (Jn 8, 46).

[2] Decenario al Espíritu Santo, 1932, pg 71; Patmos 35, pg 83; Logos 52, pg 127.

[3] Glosas marginales al Decenario 1932, pg 71. El subrayado es de San Josemaría.