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Capítulo
Punto 960
El apostolado · Punto 960

 Así como el clamor
del océano se compone del ruido
de cada una de las olas, así la santidad
de vuestro apostolado se compone
de las virtudes personales de cada uno de vosotros.

Comentario

Los tres primeros puntos del presente capítulo proceden del impreso de Consideraciones Espirituales de Cuenca [1].

Este punto 960 procede del Cuaderno VI de Apuntes íntimos, nº 836, que fue fechado por San Josemaría en 28-IX-1932 [2], con la siguiente redacción:

«Así como el clamor del océano se compone del ruido de cada una de las olas, así la santidad de la Obra necesita de tus virtudes personales [3] para no venirse abajo».

Este punto y el siguiente, puestos al frente del capítulo, señalan, como he dicho, la «precomprensión» que San Josemaría tiene de todo posible «método apostólico»: la acción apostólica tiene su fuerza y su eficacia –es la tesis de este primer punto– en la santidad de vida de los cristianos, de los apóstoles de Cristo, que San Josemaría dice que consiste en «las virtudes personales de cada uno de vosotros».

La Iglesia, en efecto, para juzgar de la santidad de un sujeto investiga si ha tenido «virtudes heroicas».



[1] Como sabemos, en el primer proyecto de reelaboración estos tres puntos formaban parte del capítulo «El Apóstol», pero finalmente San Josemaría los integró en este capítulo. Leer en este sentido la introducción al capítulo 44.

[2] Futuros puntos de Camino transcritos ese día: 452, 132, 225, 450, 943, 14, 960.

[3] «personales»: adición interlineal en el Cuaderno.