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Capítulo
Punto 931
El apóstol · Punto 931

 El genio militar de San Ignacio nos presenta al demonio que hace un llamamiento de innumerables diablos y los esparce por estados, provincias, ciudades y lugares, tras de haberles hecho «un sermón», en el que les amonesta para echar hierros y cadenas, no dejando a nadie en particular sin atadura...
Me dijiste que querías ser caudillo: y... ¿para qué sirve un caudillo aherrojado?
 

Comentario

Este texto fue redactadao por San Josemaría muy probablemente cuando releía un guión de predicación que había preparado que se titula precisamente así: «El genio militar de San Ignacio». He aquí el apunte:

«El demonio... hace llamamiento de innumerables demonios, y los esparce por estados..., provincias..., ciudades..., lugares..., y personas, no dejando a nadie en particular... Considerar el 'sermón' que les hace y cómo les amonesta para echar hierros y cadenas» [1].

El famoso pasaje del libro de los Ejercicios está en la «Meditación de dos banderas, la una de Christo, summo capitán y Señor nuestro; la otra de Lucifer, mortal enemigo» [2].

Sobre la terminología «caudillo» leer el comentario al punto 16.



[1] Ejercicios Espirituales, Meditación «Dos banderas. Genio militar de San Ignacio», Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 83.

[2] Ejercicios, 136; BAC 86, 2ª ed, 1963, pg 225. El pasaje referente al «mortal enemigo» es éste (Ejercicios, 140-142; ibidem, pg 226)


«1º puncto. El primer puncto es imaginar así como si se asentase el caudillo de todos los enemigos en aquel gran campo de Babilonia, como en una grande cáthedra de fuego y humo, en figura horrible y espantosa. 2º puncto.

El 2º: considerar cómo hace llamamiento de inumerables demonios y cómo los esparce a los unos en tal ciudad y a los otros en otra, y así por todo el mundo, no dexando provincias, lugares, estados, ni personas algunas en particular.

3º puncto. El 3º: considerar el sermón que les hace, y cómo los amonesta para echar redes y cadenas; que primero hayan de tentar de cobdicia de riquezas, como suele, ut in pluribus, para que más fácilmente vengan a vano honor del mundo, y después a crescida soberuia; de manera que el primer escalón sea de riquezas, el 2º de honor, el 3º de soberuia, y destos tres escalones induce a todos los otros vicios».