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Capítulo
Punto 955
El apóstol · Punto 955

 En tu empresa de apostolado no temas a los enemigos de fuera, por grande que sea su poder. —Éste es el enemigo imponente: tu falta de «filiación» y tu falta de «fraternidad».

Comentario

San Josemaría redactó este texto en Burgos sobre una octavilla, a la vez que iba escribiendo la Carta circular citada en el comentario al punto 953. En la Carta circular se lee:

«¿Obstáculos? No me preocupan los obstáculos exteriores: con facilidad los venceremos. No veo más que un obstáculo imponente: vuestra falta de filiación y vuestra falta de fraternidad, si alguna vez se dieran en nuestra familia» [1].

El desarrollo del tema en esta Carta da buena idea de qué obstáculos –qué «enemigos»– son los que no debe temer el cristiano.

De un modo o de otro, la tradición cristiana había ido señalando este «doble nivel» de obstáculos a la eficacia apostólica. San Juan Crisóstomo lo expresaba así:

«Lo que hay que temer no es que se os maldiga, sino que aparecierais envueltos en la común hipocresía: entonces sí que os habríais vuelto insípidos y seríais pisoteados por la gente» [2].



[1] Carta circular deSan Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei, Burgos 9-I-1939; EF 390109-1.

[2] San Juan Crisóstomo, Homilías sobre San Mateo, 15, 7; BAC 141, pg 289.