Menú
Capítulo
Punto 737
Postrimerías · Punto 737

 ¿No has oído
con qué tono
de tristeza se lamentan los mundanos de que «cada día que pasa
es morir un poco»?

Pues, yo te digo: alégrate,
alma de apóstol, porque
cada día que pasa
te aproxima a la Vida.
 

Comentario

Texto procedente del Cuaderno VI de Apuntes íntimos, nº 929, que San Josemaría fechó el 11-II-1933 [1].

El tenor literal del texto del Cuaderno es idéntico al de Camino.

Parece que la frase tan repetida y popular es el poso castellano de la expresión clásica, desesperanzada, «Cotidie morimur» [2]. (En castellano: morimos cada día)

Probablemente la expresión de San Pablo: «quotidie morior» (1 Co 15, 31), depende de esa expresión clasica, pero con un significado muy distinto - «cada día estoy a punto de morir»- y con una motivación muy diversa: «por la gloria que sois vosotros para mí en Cristo Jesús Señor Nuestro».

En el punto de Camino ese «morir cada día» apunta al término último: la gloria, el Cielo [3].



[1] Ese día San Josemaría transcribió dos futuros puntos de Camino: 737 y 786.

[2] «Cotidie morimur; cotidie enim demitur aliqua pars vitae, et tunc quoque cum crescimus vita decrescit» (Lucius Annaeus seneca, Ad Lucilium Epistulae Morales, xxiv, 20; François prechac (ed.), t. I, Les Belles Lettres, Paris 1956, pg 108).

No me resisto a copiar un poema del XVI publicado bajo una viñeta con la inscripción «Quotidie morimur»:

«El tiempo vuela como el pensamiento, |
huye la vida sin parar un punto, |
todo está en un contino movimiento, |
el nacer del morir, está tan junto |
que de vida segura no hay momento, |
y aun el que vive en parte es ya difunto, |
pues como vela ardiendo se deshace, començando a morir desde que nace»

(Juan de Orozco y Covarrubias, Emblemas morales, II, Juan de Cuesta, Segovia 1589, nº 9); textos en Arthur Henkel - Albrecht Schöne, Emblemata, Stuttgart 1976, col. 999.

[3] «Partir es morir un poco» («Partir c’est mourir un peu») es una expresión paralela, muy conocida. Se trata del verso inicial del «Rondel de l'adieu», del poeta francés Edmond Haraucourt, Seul, Bibliothèque Charpentier, Paris 1902.