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Punto 907
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Llamamiento · Punto 907
«Nesciebatis quia in his quae Patris mei sunt oportet me esse?» —¿No sabíais que yo debo emplearme Lc 2,41-52 Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca. |
Comentario
Paolo Caliari, El Veronés, El dorso de la octavilla en la que Josemaría escribió el original de este texto es una media carta dirigida a Eugenio Vallarino, un estudiante de Ingeniería de Caminos, y escrita con letra de Álvaro del Portillo. La otra media cuartilla, con la otra media carta, es el soporte del punto 296 y allí consta la fecha y por tanto el límite redaccional de ambos puntos: 4-I-1939. San Josemaría ya había tratado de este tema en sus predicaciones, cuando se encontraba refugiado a causa de lña persecución religiosa en la Legación de Honduras en Madrid, durante 1937:
La radicalidad del Evangelio no puede ser obviada. San Josemaría vivió, y enseñó a vivir esas enseñanzas del Evangelio con toda su radicalidad,, a la vez que exaltaba los valores del matrimonio y de la familia y la veneración de los hijos a sus padres. El Domingo de Ramos de 1971 predicaba en Roma:
Vid el comentario de San Josemaría al quinto misterio gozoso en su Santo Rosario. |