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Capítulo
Punto 976
El apostolado · Punto 976

 Del «apostolado epistolar» me haces
un buen panegírico.

—Escribes: «No sé cómo emborronar papel hablando
de cosas que puedan ser útiles al que recibe la carta.
Cuando empiezo,
le digo a mi Custodio que si escribo
es con el fin
de que sirva para algo.

Y, aunque no diga
más que bobadas,
nadie puede quitarme —ni quitarle—
el rato que he pasado pidiendo lo que sé
que más necesita
el alma a quien
va dirigida mi carta».

Comentario

San Josemaría vivió de manera constante este apostolado y lo inculcó a fondo en los que le seguían. De hecho el «apostolado epistolar» fue su gran instrumento apostólico durante la guerra civil, sobre todo cuando residía en Burgos y la mayoría de las personas que trataba estaban desperdigadas por la Peninsula, en los frentes de uno y otro bando.:

«Veintidós cartas he de escribir en este día, si quiero ponerme al corriente en la correspondencia» [1].

«Escribes». Quien escribe es Juan Jiménez Vargas, y no a San Josemaría, sino a Enrique Alonso-Martínez, que se la dio, y dice así:

«El rato que se dedica a escribir pasa en un momento, porque no sé cómo emborronar papel diciendo algo que pueda ser útil al que reciba la carta. Cuando empiezo, le digo a D. Manuel y a Angel C. [2] que si escribo es para que la carta sirva para algo. Y, aunque no diga más que bobadas, nadie puede quitarme el rato que he pasado pidiendo a D. Manuel lo que sé que más necesita el paisa [3] a quien va dirigida. No te vayas a figurar que me paso el día escribiendo. Tendría yo que volver a nacer para no moverme de aquí teniendo el río a tres kilómetros» [4].



[1] Carta de San Josemaría Escrivá a Ricardo Fernández Vallespín, Burgos 6-IV-1938; EF 380406-1.

[2] Nuestro Señor y el Ángel Custodio.

[3] «Paisa», abreviatura de «paisano»: expresión popular y cuartelera para designar a un sujeto. El «paisa» de Jiménez Vargas pasó en el punto de Camino a ser el «alma»...

[4] Carta de Juan Jiménez Vargas a Enrique Alonso-Martínez, Muela de Villastar 8-X-1938; AGP, sec N-2, leg 148, carp B, exp 1. P. Casciaro, Soñad, 11ª ed, 1999, pg 167 escribe: «Pienso que el número 976 de Camino se refiere a él mismo». Es muy posible que Vargas hablara a Enrique desde la experiencia que le había contado San Josemaría.