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Capítulo
Punto 178
Mortificación · Punto 178

 Cuando veas una pobre Cruz de palo, sola, despreciable
y sin valor...
y sin Crucifijo,
no olvides que esa Cruz es tu Cruz:
la de cada día,
la escondida,
sin brillo y sin consuelo...,
que está esperando
el Crucifijo que le falta: y ese Crucifijo
has de ser tú.

Comentario

Es uno de los muchos puntos de Camino que San Josemaría copió en el Cuaderno VII, nº 1102, el día 5-I-1934 [1]:

«Cuando veáis una pobre Cruz de palo, sola, [2] despreciable y sin valor... y sin Crucifijo, no olvidéis que es vuestra Cruz, la de cada día, la escondida, sin brillo y sin consuelo..., que está esperando el Crucifijo que le falta: y ese Crucifijo has de ser tú».

El Autor está aludiendo a la cruz grande, de madera tosca, negra, que tenía –en la Academia DYA de la calle Luchana– en la pequeña habitación donde recibía a los estudiantes. Su sola presencia incitaba a preguntar por su significado. El punto de Camino es la explicación que San Josemaría daba a los que preguntaban.

Cruz de madera, Molinoviejo, Segovia

Vid el punto 277. Casi dos años después escribía en sus apuntes:

«¡La Cruz de palo! También fue motivo de escándalo, primero –según oí de labios de D. Pedro Poveda– se escandalizó un santo sacerdote que tiene verborrea; después, el escándalo trascendió –ya lo apunté, en las catalinas– hasta el palacio episcopal [3]. ¡Con qué pena, solito en la Casa del Angel Custodio –en Luchana–, desarmé la pobre Cruz escandalosa! La envolví en papeles, y, bien acondicionada, se guardó en casa de aquel santo sacerdote, de que hablé antes [4] […]

Ya en Ferraz, cuando no había ni una silla en el oratorio, ni podíamos soñar con que Jesús hiciera allí su Betania [5], me apresuré a hacer que se pusiera en la pared del oratorio (!) nuestra Cruz de palo. Y es que esa Cruz simboliza la vida del apóstol de Cristo, con un vigor y una verdad, que encantan» [6].

Camino 178

Un joven Álvaro del Portillo bendice a San Josemaría,
poco después de su ordenación sacerdotal.
Al fondo, una Cruz de madera o palo.



[1] Son: 110, 718, 435, 983, 386, 325, 65, 178, 174, 802, 173.

[2] «Cruz de palo, sola». Primera redacción en el Cuaderno: «de palo, pobre». Segunda: «de palo, triste». Definitiva: «de palo, sola».

[3] Álvaro del Portillo escribe en su nota 969 a los Apuntes íntimos de San Josemaría:

«El Padre me dijo, al leer este pasaje: 'Ahora me salta a la cabeza, con claridad, el nombre de la persona que promovió el escándalo. Pero, por caridad, no lo anoto'».

Se entiende que del Portillo se refiere a la persona que promovió la calumnia en el palacio episcopal, que es una persona distinta del «santo sacerdote» al que alude al final del texto.

[4] Don Lino Vea-Murguía. Así lo dice un poco más arriba. La cursiva es del original.

[5] Se refiere a poder tener Sagrario con la Reserva eucarística. Vid p/322.

[6] Apuntes íntimos, nº 1285s, 3-X-1935.

—Desde entonces, en todas las iglesias y en los oratorios de los Centros de la Prelatura del Opus Dei hay en una pared una Cruz de palo sin crucifijo. El Papa Pío XII concedió indulgencias, como anuncia la cartela que suele haber junto a la Cruz:

«La Santidad del Papa Pío XII, por el Breve Apostólico Cum Societatis, de 28-VI-1946, se dignó benignamente conceder quinientos días de indulgencia cada vez que se besase devotamente esta Cruz de palo o delante de ella se rezase una piadosa jaculatoria».