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Capítulo
Punto 312
Más de vida interior · Punto 312

 ¡Poder de tu nombre, Señor! —Encabecé mi carta, como suelo: «Jesús te me guarde».

—Y me escriben:
«El ¡Jesús te me guarde! de su carta ya me ha servido para librarme de una buena. Que Él les guarde también
a todos».
 

Comentario

El Greco, Adoración del Nombre de Jesús

El corresponsal de San Josemaría era Antonio Martínez-Cattáneo, un estudiante de Ingeniería de Caminos, que frecuentaba Ferraz con Álvaro del Portillo. Escribe desde Extremadura en agosto de 1938:

«Muy queridos don José María y todos los demás: […] Le diré a Vd., Padre, que el ¡Jesús te me guarde! de su carta ya me ha servido para librarme de una buena. Que El les guarde también a todos» [1].

Quizá es éste el momento de subrayar el empleo de los posesivos afectivos en Camino (y en toda la obra de San Josemaría). Testifican, evidentemente, afecto, ternura, auténtico interés personal por la otra persona. Es prototípico el «¡Jesús te me guarde!» de sus cartas, recogido en este punto 312 .

Vid también el «no te me inquietes» del punto 164 y el «no te me plantes» del punto 858 o el «No te me aburgueses» de Forja 936.

Pero detrás de esta costumbre de San Josemaría hay mucho más: hay una teología de fuerte impronta cristológica. Porque en esa vivencia de la «mutua implicación» lo que hay en realidad es la convicción de que los demás, con su fidelidad, le sostenían a él, y de que él, con la suya, apoyaba a los demás: en definitiva, que es Cristo en todos el que sostiene a todos.

Es el sentido de la comunión de los santos que gráficamente describe en el punto 462.



[1] Carta de Antonio Martínez-Cattáneo a San Josemaría Escrivá, Frente de Extremadura 30-VIII-1938; AGP, sec N-2, leg 149, carp A, exp 12.

Antonio Martínez-Cattáneo Vivas (1914-1995), nacido en Madrid, Ingeniero de Caminos, frecuentó desde el curso 1934-35 la Residencia DYA, en la calle de Ferraz. Allí conoció y trató a San Josemaría. Durante la guerra volvió a tratarle visitándole en Burgos, o por correspondencia.

Al terminar la contienda siguió manteniendo relación con los apostolados del Opus Dei.