No digas a Jesús
que quieres consuelo en la oración.
—Si te lo da, agradéceselo.
—Dile siempre que quieres perseverancia.
Comentario
Isabel Guerra, La luz
Original también en el Cuaderno V, nº 534, redactado por San Josemaría unas semanas antes (2-I-1932 [1]), en el mismo clima de íntima oración y vida de infancia.
[1] Ese día San Josemaría escribió a continuación el punto 852.