Octavilla de la serie muy probablemente redactada por San Josemaría en la Legación de Honduras en Madrid, donde permaneció refugiado, junto a varios miembros del Opus Dei y otras personas, durante la guerra civil.

El tema alude a las de las dificultades de la convivencia que provocaba aquel largo encierro, en el que tenían se veían forzados a vivir en un reducido espacio numerosas personas.

En el mes de julio, San Josemaría predicó a los miembros del Opus Dei que le acompañaban en la Legación una meditación a la que pertenece este párrafo:

«El espíritu de chinchorrería, en nuestro ambiente, no se queda sólo en algo poco recio, supone un pecado horrendo. Murmurar, quitar la paz a los demás, menoscabar la unión entre los hermanos, significa traición» [1].

San Josemaría exhortaba vivamente a los que le acompañaban en aquel lugar a trabajar, en medio de aquella anormalidad de estar refugiados, como si todo fuera normal. Les sugería que tuvieran un plan concreto de trabajo, de estudio, y que hicieran las prácticas de piedad como si vivieran en su existencia cotidiana.

Este modo de proceder que enseñaba San Josemaría contrastaba vivamente con el clima tan generalizado –fruto de no saber qué hacer con el tiempo– que muchos refugiados vivían de ordinario en aquellas circunstancias, envueltas en el drama de la guerra civil [2].

Al escribir en este punto "serás más varonil", San Josemaría piensa en los que le acompañan, que son varones, como se refleja en la redacción de este punto.

Se comprueba de nuevo que los puntos de Camino son jirones de historia concreta.