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Capítulo
Punto 896
Vida de infancia · Punto 896

 ¿Que en el hacimiento de gracias después de la Comunión lo primero que acude a tus labios, sin poderlo remediar, es la petición...: Jesús, dame esto:
Jesús, esa alma: Jesús, aquella empresa?
No te preocupes
ni te violentes: ¿no ves cómo, siendo el padre bueno y el hijo niño sencillo y audaz,
el pequeñín mete
las manos en el bolsillo de su padre, en busca de golosinas,
antes de darle el beso de bienvenida? —Entonces...
 

Comentario

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 1082, fechado por San Josemaría el 30-XI-1933 y último de los siete puntos transcritos ese día [1]. He aquí su tenor literal:

«¿Que, en tu hacimiento de gracias, al recibir a Jesús, lo primero que acude a tus labios, sin poderlo remediar, es la petición?...: Jesús, dame esto: Jesús, aquella alma: Jesús, aquella empresa?... No te preocupes, ni te violentes: ¿no ves cómo siendo el padre bueno y el hijo niño sencillo [2] y audaz, el pequeñín mete las manos en el bolsillo de su padre, en busca de golosinas, antes de darle el beso de bienvenida? Entonces...».

El párrafo segundo, según Vázquez de Prada, recoge un recuerdo infantil de San Josemaría en relación con su padre [3].



[1] Son: 192, 227, 10b, 289, 644, 691, 896.

[2] «sencillo»: adición interlineada.

[3] Vid VAZQuez de Prada, I, pgs 34-35. El actual Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, que compartió intensamente con San Josemaría los últimos 25 años de su vida, declaraba en 1976:

«Por los detalles que he oído contar a nuestro Fundador en relación a sus padres, y concretamente con don José, no tengo la menor duda en concluir que muchas de las reflexiones que luego escribió en Camino, o que utilizó en su predicación, en su conversación, y en su modo de llevar las almas a Dios, proceden del trato con su padre cuando era niño pequeño»

(Declaración procesal, pg 57; Proceso Romano del Beato Josemaría, testigo nº 2).